25 de Noviembre, “Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”

Entrevista a Fernando Hugo Azcurra, en La Miseria de la Radiofonía, programa que se emite los miércoles de 19 a 21hs, por Radio Cualquiera, 94.3 FM y conduce Mario Daniel Villagra.

Pregunta ¿Cuál es la posición precisa de un análisis económico-social en relación con la mujer y su irrupción en el mercado del trabajo y de las profesiones, teniendo en cuenta las diferentes discriminaciones que aún sufre en tales ámbitos?

Respuesta: Bien, quizás el título debería ser el que ya existe para conmemorar a la mujer trabajadora y su explotación laboral que se conmemora el 8 de Marzo, o también sumar la consigna de la oposición a la violencia en el hogar por parte del varón y otros familiares a lo anterior. Y en estos términos es, me parece, que deberíamos abordar esta cuestión: 1º) hay una ineludible cuestión de clase que debe ser encarada: la mujer trabajadora – la mujer burguesa – la mujer de clase media (pequeño-burguesa); 2º) la mujer en el mercado del trabajo, explotación y discriminación, y 3º) la mujer como género en relación con la familia y la pareja, cosa ésta que es el eje de lo que hoy se memora.

Decía el gran Fourier que el grado de civilización de una sociedad estaba signada por el grado de emancipación social y personal de la mujer. Justa apreciación. Diría, pues, que si bien la cuestión de la violencia puede ser presentada y hasta aceptada por muchos como una cuestión de carácter cultural y de educación de los protagonistas, en rigor cabría señalar que esta situación tiene una  base de de subordinación económica y política en la sociedad que hace que la mujer haya quedado atada y disminuida en los demás ámbitos: la pareja, el hogar, la sociedad y la cultura como lo más general. No está demás de recordar que esta fecha en rigor está referida a un hecho de carácter precisamente político: el asesinato de las hermanas Mirabal de la Rep. Domicana a manos de la dictadura de Trujillo. No es, pues, una simple fecha de violencia machista en el hogar. De modo que sin emancipación económica y social de los trabajadores (hombre y mujer), tampoco habrá una verdadera emancipación en los otros ámbitos y no habrán de desaparecer, la violencia, la discriminación, y hasta cierto desprecio por el hecho de ser mujer, estas miserias desaparecerá cuando desaparezcan las clases, la jerarquización y los privilegios de género que esto genera. A veces hasta el que la mujer sea la encargada de la reproducción de la especie por tanto destinada por la naturaleza a tal función es un pretexto para añadirle argumentos que la subestiman y desprecian: es menos inteligente que el varón, carece de fortaleza física, sus horizontes son estrechos, etc. etc. Todas estas calificaciones que no son sencillos prejuicios sino verdaderas conductas atávicas tienen su causa más profunda en su subordinación social. El enemigo no es, pues, el varón y la violencia que este ejerce: el enemigo lo constituye el sistema de relaciones económicas actual que mantiene y reproduce estas situaciones de violencia por que existe la violencia del despojo del trabajo y la reproducción de las desigualdades sociales, individuales y de género. Pero es justo de todos modos atacar estas despreciables situaciones desde ahora y no prolongarlas en el tiempo y en la historia. ¡Esto está bien!

Pregunta: entonces según lo que Vd. Dice la mujer trabajadora es la que lleva la peor parte ¿es así?

Sin dudas. El sector de la mujer que más experimenta esto es la del trabajador: ésta ha acompañado a su pareja en la explotación económica por parte del capital desde los inicios de la industria. Quiero decir, no es algo nuevo el que la mujer “trabaje”: lo ha hecho en el hogar y fuera del hogar desde antiguo. Es algo nunca mencionado, algo ocultado. O sea que además de su trabajo fuera del hogar sumaba su sumisión en el hogar y la familia. Por eso no es novedad alguna tal como se difunde ahora cual una característica de esta etapa posmoderna diciendo que ¡la mujer aparece ahora, en el final del siglo XX que irrumpe en el mercado laboral! ¡Siempre estuvo! ¿Qué mujer aparece? La mujer profesional, la mujer de clase media, pero no “la mujer” sin más. De la mujer burguesa lo que hay que decir es que tiene una completa subordinación económica y también es muy común la violencia física que se ejerce contra ella, pero, sin ser excepcionales, son los casos más extremos y no alcanza una dimensión tan vasta como en el caso de la mujer trabajadora.
Ninguna plataforma reivindicativa política e ideológica que no contemple la liberación social y económica de la mujer ahora sí como un todo y su participación en igualdad de condiciones con el hombre, ejerciendo sus derechos en plenitud y sus obligaciones sociales, podrá tacharse de avanzada y verdaderamente revolucionaria y humana. Más aún, diría, si un partido o movimiento reivindicativo no tiene en su programa el que la reproducción de la especie constituye un valor socio-cultural esencial y debe ser resguardado por toda la sociedad, y la mujer respetada y honrada, no es un partido o movimiento que mira hacia lo futuro sino que apunta hacia atrás en la historia y en la civilización. El vientre materno no deber ser su castigo y ser mujer no puede ser más una especie de oprobio.