ITUZAINGO 60 BIS

El viernes 30 de Octubre los vecinos de Ituzaingo 60 bis fuimos convocados, a partir de las 9 de la mañana a una de las dependencias de la municipalidad ubicada en Galvez al 600, a participar de una reunión denominada “informal” con funcionarios de la municipalidad de Rosario y de la Provincia de Santa Fe. El motivo fue la presentación de las propuestas tentativas a solucionar al conflicto desatado por la sentencia de desalojo. Las citaciones fueron entregadas entrada la tarde del día anterior, es decir casi sin anticipación. Además no fueron citadas dos de las familias que habitan el predio y que no están incluidas en el censo oficial por incompetencia y falta de voluntad de los funcionarios. Esta es una más de las ya innumerables faltas a los compromisos tomados, de las mentiras que se suman a la larga y lamentable lista, ya que en la audiencia del jueves 22 de Octubre, uno de los puntos asumidos como compromiso por parte de los funcionarios fue justamente la inclusión de estas dos familias en los registros que dan cuenta de cada una de las familias que habitamos el lugar.
Ante este nuevo incumplimiento, los vecinos decidieron que hasta tanto no fueran incluidas estas familias ninguno iba a participar de la audiencia. Los funcionarios presentes (Gregorio Ramirez de la Municipalidad de Rosario, y secretarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia y del Servicio Provincial de la Vivienda) primero dijeron desconocer el problema y luego asumieron su propia incompetencia respecto al asunto, señalando que eran sus “superiores” (entre ellos la directora de la gestión territorial de la segunda circunscripción del Ministerio de Desarrollo Social, Cecilia Gonzáles) quienes negaban el censo, es decir el derecho a la vivienda de estas familias.

Tras esperar media hora al rayo del sol en un playón lindero al polideportivo que el municipio eligió como lugar para la audiencia, los vecinos fuimos atendidos en la oficina que montaron en un vestuario de las canchas de fútbol infantil. Mientras tanto,  afuera crecía el operativo policial, armado como para custodiar a una manada de delincuentes, que nos superaba ampliamente en número. Allí, tras las agresiones y amenazas de los funcionarios presentes que nos apretaban para que aceptemos un plan que pretende excluirnos de nuestra ciudad, ante la falta de argumentos sólidos para justificar esta situación desesperante e injusta que venimos padeciendo los sectores mas humildes de rosario, intervino la policía y nos sacó del lugar a golpes y empujones, sin importar que de parte de los vecinos no hubo ataque alguno, ni que estábamos con nuestros hijos bebés.

Nuevamente la fuerza represiva de la policía de Santa Fe se alzó contra las familias que reclamamos nuestras viviendas, que luchamos por un derecho que nos corresponde como personas.

Los funcionarios se ofenden por los gritos, cuando se hacen los desentendidos o se evidencia una más de sus inagotables farsas. Pero los vecinos venimos coleccionando desde hace rato promesas, primero de expropiación, luego el gobernador nos firma un compromiso de reunión y nos deja plantados, después propuestas de vivienda que van cambiando de lugar, etcétera, etcétera, etcétera. Lo único cierto es que para nosotros, como para el medio millón de familias rosarinas que viven bajo estas condiciones inhumanas, no hay nada concreto, que los compromisos tomados fueron estrategias para desgastarnos y quebrarnos con el objetivo siempre asistencialista de conformarnos con migajas para robarnos lo que nos corresponde.

No queremos que nos regalen nada, ni planes sociales, ni subsidios. Queremos nuestras viviendas. Por eso SEGUIREMOS LUCHANDO.

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