González reapareció pero la investigación recién comienza

Escrito por el 27/05/2009

DERECHOS HUMANOS | EL TESTIGO DESAPARECIDO FUE ENCONTRADO POR GENDARMERÍA EN VILLA ANGELINA
Orlando Argentino González declaró ante los jueces federales Mario Racedo y Daniel Bejas. Muy asustado y visiblemente consternado, no pudo aclarar las razones de su desaparición por casi 30 horas. Lloró ante los magistrados, que decidieron citarlo hoy para que amplíe su declaración y decida su ingreso al programa de protección al testigo.
CONTRAPUNTO

Los organismos de derechos humanos concentraron a la mañana en Tribunales Federales. Preocupados por el paradero de Orlando Argentino González, denunciaban que esta era una prueba más de que el aparato represivo sigue funcionando impunemente.
También familiares se encontraban allí. Su hermano, muy afligido, había manifestado que las amenazas contra González se habían incrementado durante la última semana; apuntó contra una mujer identificada como Marta Medina y contra el represor Camilo Orce. Sus lágrimas de tristeza fueron reemplazadas por otras de alegría cuando le dieron la noticia de que Orlando había aparecido sano.
González fue secuestrado en mayo de 1976 por un grupo de tareas comandado por Orce. Por eso, tiene una causa abierta contra el represor. Es considerado una pieza fundamental en los expedientes contra el ex comisario, por ser un testigo que vio a Orce cuando secuestró en Ranchillos miembros de su familia.
El martes a las 9 de la mañana, Orlando debía encontrarse con su abogada Laura Figueroa y un familiar para presentar formalmente una denuncia por amenazas contra Medina y el ex comisario. Sin embargo nunca llegó. Figueroa realizó las presentaciones pertinentes ante el juzgado federal, que inmediatamente decidió la movilización de gendarmería y la policía federal para dar con su paradero.
Casi 30 horas después, Orlando fue encontrado por Gendarmería en Villa Angelina, en la casa de un familiar. Luego fue trasladado a Tribunales Federales, donde declaró ante los jueces Federales Mario Racedo –quién tiene a su cargo la investigación de la causa- y Daniel Bejas.
Si bien ninguno de los presentes dio declaraciones a la prensa, fuentes extraoficiales deslizaron que el testimonio de González no fue demasiado concreto y dejó varias puntas para investigar.
En un primer momento indicó que había ido a Tribunales, tal cual había acordado. Sin embargo, luego se quebró, se largó a llorar y habría manifestado que tenía mucho miedo y que por eso decidió irse a esconder a la casa de una familiar en Villa Angelina.
Las fuentes indicaron que Gendarmería ya lo había buscado en ese lugar horas antes de ser encontrado, pero no habían dado con su paradero.
Todavía no hay certezas de que pasó realmente. La investigación recién comienza. Hoy Orlando seguirá declarando y deberá decidir su incorporación al programa de protección al testigo.

La hipótesis del secuestro
Laura Figueroa, con la compañía de todos los organismos de derechos humanos más algunos partidos políticos, antes de la aparición del testigo había denunciado que tenían elementos para “considerar que sectores ligados al ex comisario tendrían participación en la ausencia de González. Estaba asustado, preocupado, debido a las amenazas constantes. Pretendían que retire la denuncia contra Orce”. Esta teoría no habría sido totalmente descartada aún ni por el juez ni por su abogada.
De hecho, desde los organismos de DDHH le solicitaron al juez Mario Racedo que investigue a Nadia Orce, hija del represor, quien se encuentra denunciada por amenazas contra testigos, querellantes y abogados de las diversas causas por delitos de lesa humanidad.
Desde la agrupación HIJOS exigieron que “se investigue las amenazas y amedrentamientos sufridos por los testigos y familiares del Empalme-Ranchillos, por parte del circulo del ex comisario Camilo Orce” y el “inmediato desmantelamiento del aparato represivo”.
Además, reclamaron al Estado nacional y provincial que establezca los mecanismos necesarios para proteger a las víctimas, testigos, querellantes y abogados en las causas que se llevan adelante por delitos de Lesa Humanidad.
En el mismo sentido se pronunciaron desde ATCI (Agrupación Tucumana Contra la Impunidad) y pidieron también que “el aparato represivo que aún hoy opera en la provincia sea de una vez por todas desmantelado y se investigue al círculo del ex comisario Francisco Camilo Orce, quien sigue amenazando a los pobladores de la localidad de Ranchillos”.

Procesado y en cárcel común
Cabe destacar que actualmente Orce se encuentra detenido en Villa Urquiza. El ex policía y genocidafue procesado por el juez Federal Daniel Bejas por haber participado, vestido de civil y portando armas, del operativo que tuvo lugar en el 19 de agosto de 1975, cuando efectivos de las fuerzas represivas secuestraron primero a Héctor Ricardo y luego a su hermano Víctor Hugo González, en Empalme Ranchillos. Los cargos que se le imputan son violación de domicilio, asociación ilícita y secuestro.

CONTRAPUNTO | Prensa Alternativa
redaccioncontrapunto@gmail.com
 
La vieja táctica de desprestigiar testigos
Nadia Orce, hija del ex comisario procesado por delitos de lesa humanidad, indicó que tenía pruebas de que Orlando Argentino González era un delincuente con antecedentes penales, aunque no hizo ninguna presentación legal. Además, reiteró su teoría de que los organismos de derechos humanos sólo buscan “cobrar subsidios”. También reconoció que en la dictadura se secuestró y torturó, aunque desligó a su padre de cualquier responsabilidad. Solicitaron que se la convoque a declarar. CONTRAPUNTO.

Una vieja estrategia, usada por diversas personas en disímiles situaciones, consiste en desprestigiar a alguna gente que genera denuncias con una base real y verdadera. En términos coloquiales, se dice “ensuciar la cancha”.
Esto es lo que los abogados del represor Camilo Orce y su hija Nadia se dedican a hacer en Tribunales Federal, con el objetivo principal de retrasar las causas abiertas que involucran al ex comisario en delitos de lesa humanidad.
Ante la desaparición de Orlando Argentino González, la joven estudiante de derecho se dedicó a difamarlo. Manifestó que tenía pruebas de que González era un delincuente, que tenía antecedentes penales y que era un “ignorante que no sabe lo que firma”.
Aprovechó los micrófonos de los complacientes periodistas que no se dignaron a repreguntar para afirmar barbaridades como que la abogada Laura Figueroa arma causas para “cobrar subsidios de $350 mil”. Pero cuando Contrapunto le preguntó si tenía alguna prueba de esta aseveración, indicó que no era su “trabajo investigar estas cosas”.
Sin embargo, la hija del represor reconoció que durante la dictadura se practicaron “hechos aberrantes, como secuestros y torturas”, aunque volvió a repetir que “su padre tenía 23 años y era oficial subayudante y conoció a Mario “Malevo” Ferreyra sólo años después”. Así, intentó descartar cualquier responsabilidad de Orce en las causas que se le imputan.
Nadia tiene causas abiertas en Tribunales Federales por amenazas e intimidaciones contra testigos, querellantes y abogados de las causas por la memoria. Por esa razón, los organismos de derechos humanos solicitaron que se la convoque a declarar, para que aclare si tuvo alguna relación con la desaparición durante más de 30 horas de Orlando González.

CONTRAPUNTO | Prensa Alternativa
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