El grito de los excluidos se hace oír
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 23/10/2008
El gobierno jujeño reprimió a los integrantes de la Multisectorial de la Puna, que habían marchado desde La Quiaca hasta la capital provincial para denunciar las difíciles condiciones en las que viven.
Con golpes, gases lacrimógenos y tiros al aire, la policía jujeña pretendió hacerles entender a desocupados, comunidades aborígenes, pequeños campesinos y agrupaciones sociales, que las autoridades provinciales no los iban a recibir cuando correspondía sino cuando se les diera la gana. No pareció importarles que los compañeros, que conforman la Multisectorial de la Puna, partieron el viernes de La Quiaca y que bajo el lema “El grito de los excluidos”, recorrieron más de 300 kilómetros hasta la Casa de Gobierno de la provincia de Jujuy, con el objetivo de ser recibidos por el gobernador Walter Barrionuevo. Querían que el mandatario conociera la situación en la que viven miles de jujeñas y jujeños, y que respondiera a los diversos reclamos que tenían para hacerle.
Entre ellos, aumento de los planes sociales, que se quiten las trabas para acceder al Plan Familia, mayor cantidad de obras públicas, cooperativas de vivienda, agrícolas y ganaderas, becas para poder terminar estudios primarios, secundarios y terciarios, entrega y devolución de tierras a comunidades originarias, y la recontratación de cuarenta trabajadores de la municipalidad que fueron cesanteados en diciembre al asumir el nuevo gobierno.
Además la multisectorial de Abra Pampa reclamó la eliminación de las mineras a cielo abierto, que ya están contaminando a la población. El reclamo principal y común fue que se declare a la Puna, zona de emergencia social y alimentaria.
Como en tantas otras movilizaciones, el cura Jesús Olmedo fue referente y cara visible de la marcha. Fue él quien, junto a otros compañeros, se crucificó en la plaza que se encuentra frente a la gobernación para exigir ser escuchados.
Pero el requisito – excusa – dado por las autoridades fue que “flexibilizaran” su protesta. Así fue como recién el martes fueron recibidos por algunos secretarios de la gobernación como Eduardo Alderete, secretario general; el de Gobierno, Diego Orellana; y Facundo Figueroa de Desarrollo Social, entre otros. Los funcionarios no tuvieron respuestas para darles. Según detalló Hugo Chavarría, integrante de la Corriente Clasista y Combativa de Jujuy, les dijeron “que había cosas concretas, pero que no podían adelantar nada porque el gobernador Barrionuevo estaba en Buenos Aires participando de un anuncio de la presidenta”.
“No tienen vergüenza, dicen que no hay respuesta porque no está el Gobernador, y el Gobernador ha estado aquí ayer (por el lunes) y no ha querido recibirnos”, afirmó Olmedo a un medio local. De todos modos, los funcionarios prometieron reunirse con ellos nuevamente horas más tarde con alguna propuesta concreta. Pero el tiempo transcurría y nada pasaba. Cansado de esperar, Jesús Olmedo intentó ingresar nuevamente a la gobernación, pero la respuesta que obtuvo fue la violencia.
Según relató Hugo Chavarría a Red Eco, cuando los compañeros se acercaron a defender a Olmedo, quien fue fuertemente golpeado, comenzó la represión. Como consecuencia de los bastonazos y los gases lacrimógenos y de pimienta utilizados por la policía, la infantería y la caballería, quienes además dieron varios tiros al aire, varios compañeros resultaron heridos.
Esta mañana, las distintas organizaciones realizaron una asamblea en la que decidieron quedarse en la plaza. De hecho, el cura Olmedo había adelantado que no regresarían a la Puna hasta tener respuestas a las necesidades básicas insatisfechas de los habitantes del norte de la Argentina. Al continuar la falta de señales desde la gobernación, se decidió efectuar una crucifixión masiva a la espera de una nueva reunión con autoridades. A última hora de esta tarde fueron nuevamente recibidos por funcionarios de la provincia. Una vez finalizado el encuentro, volverán a discutir en asamblea cómo continuar la lucha. De todos modos, lo que los compañeros tienen en claro es que se quedarán en la plaza el tiempo que sea necesario hasta que aparezcan respuestas concretas a sus reclamos. Mientras tanto, la Corriente Clasista y Combativa decidió concentrarse mañana, jueves, a las 14 frente al Congreso para repudiar la represión de ayer.