Cuba golpeada por huracanes

Escrito por el 12/09/2008

El primero fue Gustav que entre el  26 de agosto y el 1 de septiembre afectó la costa sur de las provincias orientales como tormenta tropical y luego, como un poderoso huracán categoría cuatro, azoló a la Isla de la Juventud (al sur de la provincia de La Habana) y a la parte Este de la provincia de Pinar del Río.

En estos lugares quedó colapsado el sistema de distribución de energía eléctrica y los sistemas de comunicaciones, decenas de miles de viviendas fueron dañadas, muchas de ellas destruidas totalmente, se produjeron graves afectaciones a los cultivos y fueron derribados decenas de miles de árboles, hubo afectaciones en viales e instalaciones sociales (escuelas, hospitales, círculos infantiles, instalaciones deportivas, culturales), hubo grandes afectaciones a zonas protegidas ecológicamente y a instalaciones turísticas. La situación que dejó Gustav era difícil aunque localizada en dos áreas geográficas.

Cuando las labores de recuperación estaban en plena faena se aproximó la Tormenta Tropical  Hanna y provocó inundaciones costeras en dos ciudades del oriente del país, Baracoa y Gibara. Ya parecía mucho cuando apareció Ike. Este huracán penetró el domingo 7 de septiembre  por punta Lucrecia en la costa norte de la oriental provincia de Holguín con fuerza 3 y desoló las ciudades y pueblos costeros y  afectó todo el oriente cubano con la fuerza de sus vientos, las penetraciones del mar y las intensas lluvias  que hasta ayer aún caían en algunas zonas montañosas de esa región. Luego el huracán con fuerza dos barrió del nordeste al suroeste las provincias de Las tunas, Camaguey y Ciego de Ávila saliendo al mar Caribe por el sur. Continuó su recorrido muy próximo a la costa sur de las provincias centrales (Sancti Spiritus, y Cienfuegos) con afectaciones también en Villa Clara al norte del Centro del país  y por las occidentales  (Matanzas y La Habana) donde se produjeron importantes penetraciones del mar. Por último penetró de nuevo en tierra casi por el mismo lugar que lo había hecho Gustav atravesando de nuevo Pinar del Río provocando un agravamiento de la ya difícil situación de este lugar. A diferencia del Huracan anterior Ike  provocó intensas lluvias  incluso después de su paso por el territorio nacional que ocasionó desbordes de ríos.  Ike salió de nuevo al mar el martes a las tres  y 45 de la tarde luego de afectar a todas las provincias y se ha ido alejando lentamente pero sus bandas de alimentación han continuado provocando copiosas lluvias que llegan a se torrenciales en algunos puntos del país.

Algunas cifras preliminares hablan de la magnitud del desastre. Dos millones y medio de evacuados, 230,000 viviendas afectadas y algunas decenas de miles totalmente destruidas, la mayor parte de los cultivos afectados, miles de aves ahogadas, cientos de kilómetros de líneas eléctricas en el suelo, almacenes e industrias sin techo, miles de escuelas y otras instituciones sociales destruidas o afectadas parcialmente.

El pueblo cubano necesita ayuda internacional. La voluntad, organización y cultura de los cubanos y cubanas evitó cifras considerables de muertes. Se reportaban en datos aún incompletos cinco fallecidos. La voluntad de recuperación es muy alta. Las autoridades junto al pueblo acometen ya con energía las acciones para salir de la situación de emergencia pero la recuperación real tomará tiempo y requerirá de recursos que el país no tiene. Han llegado aportes desde Rusia, España y sobre todo de Venezuela. Se organizan desde la sociedad civil de muchos países acciones solidarias.

La ayuda puede expresarse financieramente realizando ingresos en la cuenta del Banco Financiero Internacional BFI 033473 huracanes – restauraciones de daños o recopilando y trayendo hasta Cuba (pues el país no puede pagar fletes) donaciones en especie sobre todo de materiales de construcción (materiales eléctricos, muebles sanitarios, entre otros) y avituallamientos diversos sobre todo calchones, lencería, ropas y calzado (hay muchas familias que han quedado sin nada sólo con la ropa que traían puesta) y alimentos no perecederos.

De seguro las semillas de solidaridad que durante tantos años Cuba ha sembrado se revertirán en muchas manos amigas tendiéndose en este momento. Los cubanos y cubanas con su Revolución, con solidaridad, con unidad, con organización y mucho esfuerzo saldremos adelante.

Más datos sobre la cuenta solidaria:
Banco Financiero Internacional S.A.
Oficina Central: Línea #1, Vedado, Municipio Plaza, (Apartado 4068), La Habana, Cuba
Telf: (537) 33-3423 (537) 33-3513
Telex: 51-2045 51-2452
Fax: (537) 33-3006
Cuenta Nº 033473, «Huracanes, restauración de daños».

Mas información en : www.ecaminos.org


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