En Neuquén lxs presxs siguen aisladxs y los policías comen asado
Escrito por El Zumbido el 12/09/2020
Sin nuevas medidas para prevenir la propagación de la pandemia del covid tras los muros, pero con uniformados que continúan entrando y saliendo sin cuidarse y con el antecedente de que de esa manera ingresó a la cárcel de Senillosa, la situación en las prisiones neuquinas no dista de la que atraviesan en el resto del país. Al respecto, El Zumbido dialogó con Ramón Mansilla, integrante de la Asociación Zainuco y ex preso y sobreviviente de torturas en cárceles provinciales y federales.
Mansilla contó que desde la asociación “estamos recibiendo por semana tres o cuatro llamados de que siempre hay algún problema con el tema de los elementos de higiene, no hay agua fría, no hay agua caliente, y muchas veces eso genera algún conflicto de los internos hacia el personal policial de la unidad”. Aseguró que “no se están entregando los elementos de higiene que corresponden, como por ejemplo lavandina, detergente, el uso de barbijos, la atención medica no es adecuada; incluso cuando uno insiste siempre hay alguna sanción”.
El integrante de Zainuco, consultado sobre el ingreso de elementos de higiene y alimentos por parte de las visitas, dijo que “se los llevan los familiares y lo único que ingresa es un litro de lavandina y nada más, porque no tienen visitas, nada más que fiambre, otro tipo de alimentos no dejan ingresar, y un kilo de yerba y un kilo de azúcar, y muy pocas cosas de higiene, un jabón, un shampoo mediano, y cremas o cosas que necesitan algunos internos no le dejan ingresar”.
“Actualmente está todo parado en la unidad y no se está saliendo de los pabellones a hacer ninguna actividad, ni religiosa, ni talleres ni nada por el estilo”, relató Mansilla.
El hombre también contó que la policía no está respetando los cuidados básicos para evitar la propagación del virus dentro de las unidades y se refirió particularmente a la U1: “la semana pasada me llamó un pibe y le hice esa consulta, porque estaba también con un tema judicial por querer hacer una denuncia por una golpiza que había tenido, y me dijo que no, que los policías entran sin barbijos, la requisa también, no utilizan alcohol en gel, tampoco toman sus medidas ellos ahí adentro, porque como detrás de los muros no se ve ellos se comen asados, se cagan de risa, llaman de un pabellón hacia otro para que se acerque el encargado y están horas gritando y ellos se están riendo comiendo un asado” y que “incluso la mayoría de los pibes de algunos pabellones están enojados porque actualmente ellos están evitando que no entren sus familiares, pero ellos tampoco toman la distancia, comparten el mate, bebidas” y hasta “me dijeron varios pibes que hay personal que va en estado de ebriedad a trabajar”, entonces “la mayoría están enojados porque los hacen tener visitas atrás de un acrílico, porque los policías no están cumpliendo pero los hacen cumplir a ellos a través del sistema; el sistema debería ser para todos, tanto para los internos como para la policía”.
Sobre libertades transitorias y condicionales, Mansilla dijo que están “totalmente paradas” y contó que “por ejemplo nosotros estábamos con un pibe peleándolo y lamentablemente ya tendría que haber salido hace 6 meses, y desde hace 6 meses, cuando empezó esta pandemia se paró todo y ese pibe quedo ahí, y a raíz de eso se le complicó su situación carcelaria porque de tanto mandar escritos y no se los recibían, o se los rompía el personal policial, los veía en el tacho de basura cuando salía a la enfermería o cuando lo sacaban por alguna cuestión los veía rotos, no le daban curso a los escritos ni nada, y se le fue complicando la situación porque actualmente no se pudo ir hace seis meses y ahora tiene que hacer seis meses más porque pasaron sanciones, llamados de atención, golpizas” y dijo que en su caso “los fiscales y los jueces hacen oídos sordos, como en otra oportunidad este pibe denunció y al volver lo cagaron a palos nuevamente; no es el único”.
El testigo en las dos causas por torturas que querelló Zainuco y por las que solo dos de 32 policías fueron condenados a prisión que nunca se efectivizaron, resaltó que la situación “es muy preocupante y muchas veces no se da a la luz, porque el sistema carcelario ni siquiera a los jueces ni a los defensores les beneficia para nada, pero ellos lamentablemente hacen oídos sordos a los pedidos y a los petitorios que hacen muchos internos; prácticamente no atienden los teléfonos, la atención médica es totalmente pésima, están la verdad que muy mal, incluso no pueden ver a sus familiares por toda esta situación” y concluyó que “el sistema carcelario está muy mal, eso hay que verlo y analizarlo mucho más profundo”.
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