El día que Eduardo Paris pudo contar su historia al tribunal
Written by El Zumbido on 11/02/2021
Este miércoles comenzó la etapa testimonial del juicio por delitos de lesa humanidad en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén con la declaración de los hermanos Paris. Eduardo habló por primera vez frente a un tribunal en relación a su causa y lo hizo a través de un extenso y minucioso testimonio en el que reconoció a sus secuestradores, expuso detalles sobre los lugares de encierro y los vuelos de la muerte y dejó en evidencia que el aparato terrorista del estado no fue clausurado en 1983.
Después de 45 años, Eduardo Paris se sentó por primera vez frente a un tribunal para contar su historia, la misma que padecieron cientxs de milxs de personas por esos años, de lxs cuales muchxs ya no están porque nunca lxs devolvieron y todavía no dicen qué hicieron con ellxs ni con sus hijxs nacidxs en cautiverio, porque lxs asesinaron o porque murieron esperando una instancia de justicia.
En su relato, Eduardo identificó a los genocidas Jorge Alberto Soza y Gerónimo Enerio Huircaín, pero también a Poblet, un ex comisario que durante el primer tramo de los juicios Escuelita se presentó como testigo que quería “limpiar su conciencia”. Ese hombre fue quien conducía el vehículo en el que se llevaron a Paris cuando los mencionados represores fueron a buscarlo a su trabajo para introducirlo en el circuito del horror que el estado terrorista tenía armado para lxs que querían construir otro mundo.
Sobre Poblet, Paris recordó tras la audiencia que “se presentó en el primer juicio y declaró que por su limpieza de conciencia quería decir que se había llevado a un hombre del banco de los andes y que lo había entregado a los jefes militares, con una teatralización de que si a mí me tocaban él los iba a denunciar; un canalla, porque es un testigo policía que se llevó a un tipo que fue secuestrado y que se presenta porque él no sabía cómo había sido: un héroe, un tipo de conciencia; resulta que este cretino era el que manejaba el coche”.
Si bien Gerónimo Enerio Huircaín está imputado por el secuestro de Paris, no sucede lo mismo con Soza, quien sí está imputado en la causa pero no por ese hecho; mucho menos con Poblet que nunca fue investigado. En relación a Soza, él no pudo reconocerlo en un primer momento, cuando comenzó la investigación hace más de diez años, ya que las fotos que exhibían en la justicia para identificar a los genocidas no eran nítidas, aunque sí recordaba concretamente gestos que él hacía y que aportaron a señalarlo y un tiempo después terminó de individualizarlo cuando lo vio por televisión. “Que Soza no esté imputado en mi causa fue una cabronada del juez”, aseguró Paris en declaraciones posteriores a la audiencia.
Eduardo Paris declaró frente al poco público que pudo estar presente en el interior de la sala pero abrazado por el calor de una gran cantidad de compañerxs que lo esperaron frente a Amuc.
Recordó todo el circuito por el que lo llevaron durante aproximadamente diez días: estuvo en la escuelita de Neuquén, fue trasladado en los vuelos de la muerte y lo mantuvieron en la escuelita de Bahía Blanca hasta que lo largaron. Fue torturado con golpes, simulacros de fusilamiento y en el último centro clandestino de detención, tortura y exterminio, con picana eléctrica.
Reconoció como compañeros de cautiverio a Darío Altomaro y César Dante Gilberto y fue liberado con el primero de ellos y con Nora Rivera, todxs víctimas también en este tramo de la causa.
Ni con su liberación ni con la llegada de la democracia cesó el terror: después de ese período, Eduardo Paris y su familia siguieron siendo amedrentadxs y perseguidxs por integrantes de las fuerzas represivas del estado y en particular por el genocida Huircaín, quien aún maneja una empresa privada de seguridad.
Durante la audiencia de este miércoles también declaró Raúl Paris, su hermano, quien recordó lo tortuoso que fue que se llevaran a Eduardo, lo traumático que fue para toda la familia y en particular para su madre y la desesperación de pensar que no lo devolverían.
Los testimonios dejaron en evidencia una vez más la articulación de las distintas fuerzas represivas durante la última dictadura cívico militar eclesiástica y que el aparato represivo sigue intacto, aunque los gobiernos ya no sean de factos.
“Esto te ahoga, te lleva a un grado de las cosas que no te deja respirar”, reflexionó Eduardo Paris en relación a la justicia tras la audiencia: “honestamente creo que esperaban que nos muriéramos, nosotros y los milicos que participaron”, aunque se mostró esperanzado de que “lo entreguen a Huircaín, que es al que han estado escondiendo y que hasta tenía información de los movimientos de la base naval Puerto Belgrano, era parte de otro organismo, de otra estructura más grande que la policía corrupta en sí”.
El juicio continúa el próximo miércoles desde las 9 de la mañana, con dos testigos más vinculados al secuestro de Eduardo Paris, y con las declaraciones de los sobrevivientes Eduardo Buamscha y Raúl González, cuyos padecimientos también son investigados en este tramo.